Un día como cualquier otro, las mamás fueron a buscar manzanas al manzano que estaba a las afueras de la ciudad. Pero el árbol se había declarado en huelga. ¡No había frutos! Las mamás decidieron esperar unos días. Al cabo de una semana, se acercaron allí de nuevo pero, esta vez, no volvieron. Desde entonces, en ninguna casa hay mamá aunque, sorprendentemente, sí tartas de manzana, compotas de manzana, zumos de manzana y manzanas cada mañana en las cocinas. ¿Dónde estarán las mamás? Creo que tendremos que preguntárselo al árbol.
*Imagen de Ellen Kooi (magnífica fotógrafa holandesa) en la que me inspiré para escribir este cuento. Podéis ver su trabajo en su web*Hablando de mamás, os presento la tarjeta/librito que le hice a mi mamá para el Día de la Madre:
Dúnia
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