Y ahí estábamos nosotras.
Olvidadas.
Una detrás de la otra. Dobladas sobre la jefa. Abrazadas por unas frías y delgadas piezas que nos mantenían unidas frente al traqueteo de nuestro día a día.
Olvidadas.
Sobre una superfície plana y extensa. Viendo gente pasar. Esperando que una mano amiga nos llevase a casa.
Olvidadas.
Una detrás de la otra. Dobladas sobre la jefa. Abrazadas por unas frías y delgadas piezas que nos mantenían unidas frente al traqueteo de nuestro día a día.
Olvidadas.
Sobre una superfície plana y extensa. Viendo gente pasar. Esperando que una mano amiga nos llevase a casa.
Dúnia
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